Sobre el teatro romano de Regina siguen existiendo muchas dudas. El edificio aún no se ha excavado al 100 %. Los trabajos parciales sirvieron para defender unas teorías que a día de hoy han sido puestas en duda por las nuevas visiones que sobre el teatro se han hecho públicas. El notable estado de conservación en el que este edificio de carácter lúdico ha llegado a nuestros días, nos ha servido para hacernos una idea más o menos aproximada de cómo pudo ser en líneas generales. Sin embargo, y teniendo en cuenta otros ejemplos de teatros a lo largo del imperio, hay muchas particularidades que siguen quedando en el aire y que podemos resumir en dos hipótesis.



Hipótesis A
. En la mayoría de los estudios publicados hasta la fecha sobre Regina, se mantiene la idea de que la escena del teatro solo contó con un cuerpo adornado por columnas y cornisas sobre el que se apoyaba la cubierta de madera que iba de una basilicae a la otra cubriendo todo el escenario. Este ejemplo de escena de un solo cuerpo lo encontraríamos en teatros como el de Ferento, en Viterbo. Esta teoría apuntaría además a que el teatro solo contó con la grada de diez filas, que en buena medida se ha conservado, no habiéndose encontrado evidencias de una cavea superior o un pórtico columnado con el que contaron otros muchos teatros. Se apuesta por que existió una grada de madera que ampliaba la capacidad del teatro reginense.


Hipótesis B. Otra visión del edificio apuesta por una escena con dos cuerpos de columnas y una cavea con dos partes bien diferenciadas. A la parte inferior se accedería desde la orchestra y a través de un pasillo semicircular en el que desembocaban cuatro accesos abovedados conectados con el exterior. El aforo del teatro sería por tanto muy superior a lo expuesto en las teorías iniciales. Esta hipótesis es la que más se ajusta a los ejemplo conocidos en muchas de las ciudades del imperio que contaron con este tipo de edificios.