El yacimiento de Regina Turdulorum sale del limbo administrativo en el que se encontraba desde 1972

Los terrenos en los que se asienta la antigua urbe romana no se escrituraron cuando fueron expropiados por lo que no se podía acreditar la titularidad pública los mismos, una anomalía que ha lastrado al yacimiento en los últimos años.
El 14 de agosto de 1972 el BOE anunciaba la expropiación de los terrenos en los que se asienta Regina tras una campaña de excavaciones realizada un año antes en la que se constató la importancia arqueológica de la zona. El yacimiento se declaraba entonces de utilidad pública y se anunciaba su puesta en valor. El decreto 2171/1972 llevaba la firma de Francisco Franco.
Meses después, los terrenos se expropiaron y se pagó a sus propietarios, sin embargo, no fueron inscritos en el registro a nombre del Estado. La anomalía se detectó en 2012, cuando el yacimiento de Regina fue declarado Bien de Interés Cultural. Se inició entonces un complejo y largo proceso judicial en el que se tuvieron que localizar a los múltiples herederos de los propietarios de las 5 parcelas expropiadas en la década de los setenta del siglo pasado.
En diciembre de 2021 se empezó a despejar el horizonte cuando llegaba la sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Badajoz que acordaba la inscripción de la finca 3.132 a nombre del Estado en el Registro de la Propiedad de Llerena. En febrero de 2025 se dictaba una segunda sentencia, en este caso, del Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Badajoz, en la que se acordaba la inscripción a nombre del Estado como titular registral de las fincas 521, 2.703 y 3.137. El proceso judicial continúa adelante ya que queda aún una finca por regularizarse.
Esta circunstancia ha lastrado sobremanera al yacimiento según Isidro Díaz, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Casas de Reina. “Al no poderse acreditar la titularidad pública del suelo no se ha podido optar a ayudas y subvenciones públicas que hubieran sido fundamentales para el desarrollo de un yacimiento que tiene un extraordinario potencial. No había ningún tipo de documentación. Regina no tenía dueño”.
El pasado 26 de mayo, más de 50 años después de su expropiación, cuatro de las cinco parcelas del actual yacimiento aparecían ya en el Registro de la Propiedad de Llerena inscritas a nombre del Estado. “Esto debe ser un punto de inflexión para Regina. El Ministerio de Cultura, como propietario del terreno y la Junta de Extremadura, que tiene transferida la gestión del yacimiento, deben saldar la deuda histórica que mantienen con un yacimiento que ha sufrido demasiados episodios lamentables en las últimas décadas. Han sido múltiples los saqueos ante la falta de medidas de seguridad, no existe un plan director de excavaciones, una carretera atraviesa el yacimiento por la zona central de la ciudad… y así podríamos continuar. Debe haber un antes y un después. La titularidad del suelo ya no puede ser excusa ni el problema. Regina es un auténtico diamante en bruto que debe ser el motor de desarrollo para una zona que se va despoblando poco a poco. Sólo se ha excavado un 5% de la ciudad y un estudio reciente ha desvelado que alrededor de Regina hay 130 villas romanas y enclaves rurales de época romana”, comenta Isidro Díaz.
Aproximadamente un 80 % de los terrenos en los que se asentó Regina ya son de titularidad pública. A las parcelas inscritas a nombre del Estado hay que añadir otras que figuran a nombre del Ayuntamiento que están situadas más allá de la carretera que divide el yacimiento. Aún quedan eso sí, algunas parcelas en manos privadas. Desde el Consistorio de Casas de Reina se ha solicitado a las autoridades la adquisición de la finca en la que en 2022 se encontró un edificio que podría tener una extensión de 150 metros del que se recuperaron más de 50 ánforas de salazones.