Los trabajos de las Universidades de Marburg, Viena y Cantabria revelan el intenso flujo comercial que existió entre Regina y el sur de Hispania

Se ha excavado parcialmente una edificación en la que se ha hallado un importante número de ánforas de salazones de pescado datadas en el s. II dC.

A principios de septiembre arqueólogos de las universidades de Viena y Marburg volvieron a Regina para continuar con el proyecto internacional que, en colaboración con la Universidad de Cantabria, pretende conocer detalles en relación al perímetro de la ciudad y al territorio que controlaba la antigua urbe romana.


Buscando los límites de la trama urbana por la zona sureste, los arqueólogos llevaron a cabo un sondeo de 4 por 7 metros tras detectar la pasada campaña interesantes anomalías en el terreno por medio de la resistividad eléctrica. Dada la ubicación y los resultados de intervenciones arqueológicas precedentes, se esperaba localizar estructuras de delimitación perimetral como una muralla o un foso defensivo. Sin embargo, conforme avanzaban las excavaciones fueron aflorando muros de notables dimensiones que pertenecieron a una edificación de naturaleza aún desconocida. Con el paso de los días y el avance de los trabajos se fueron encontrando respuestas muchas de las dudas que generaban dichas estructuras. 


“Ha sido un descubrimiento sorprendente” apunta Felix Teichner, profesor de la Universidad de Marburg (Alemania). «Ha aparecido un importante conjunto de ánforas de salazones de pescado que se podrían datar en el siglo II dC. Procederían del sur de Hispania, en concreto de la zona gaditana. Estos hallazgos desvelan la importante relación comercial de una ciudad de interior como es Regina con las zonas costeras del sur. Ahora toca analizar los restos encontrados, cronología exacta y tipología de las ánforas y demás restos que se han exhumado, para saber si estamos ante un almacén o una taberna situada en los límites de la ciudad. Una vez tengamos las conclusiones plantearemos una hipótesis más definida sobre la naturaleza del edificio”.

El pasado sábado, dicha edificación, con muros de más 2 metros de altura, fue cubierta de nuevo para su protección a la espera de futuras intervenciones. 


Paralelamente se realizó otro sondeo de menores dimensiones cuyos resultados han sido también positivos. Se localizaron estructuras cubiertas con pavimento hidráulico pertenecientes a una casa romana situada junto al decumano máximo, la calle principal de la ciudad. «Podría ser una especie de impluvium o una pileta. Sorprende su profundidad y también la calidad de la obra y los materiales utilizados» comenta Teichner. Los restos exhumados se encuentran en muy buen estado de conservación.


En las tres semanas de trabajo se han llevado a cabo también prospecciones en superficie en distintas localizaciones del territorio que controlaba Regina. En esta fase del proyecto y bajo la dirección de Günther Schörner, catedrático de Arqueología en el Instituto de Arqueología Clásica de la Universidad de Viena, los trabajos se han extendido a zonas aledañas a Regina como la cercana sierra de San Miguel donde se han detectado nuevos yacimientos relacionados con la minería en tiempos de la ocupación romana. Los trabajos en superficie se han realizado también en multitud de parcelas en el término municipal de Casas de Reina y otras localidades próximas. Se han encontrado una decena de nuevos yacimientos que no estaban catalogados. Además, se ha conseguido afinar la cronología y funcionalidad de los yacimientos ya conocidos. Schörner destaca que Regina “tuvo una intensa actividad agrícola en época prerromana y romana, los restos así lo evidencian. Es un lugar ideal para investigar. Hay mucho por descubrir y mucho por estudiar”.

Asimismo se han realizado prospecciones geofísicas en zonas próximas al yacimiento con el fin de determinar las posibles edificaciones de tipo agropecuario desde las que se controlaba el trabajo de las tierras. Estas prospecciones junto con las superficiales son las bases fundamentales de este proyecto que cuenta también con el apoyo fundamental de la Universidad e Cantabria de la mano del arqueólogo Jesús Ignacio Jiménez Chaparro. . El proceso se inicia con la localización superficial de materiales. Una vez localizado el yacimiento se procede a la la prospección geofísica y como último paso se puede proceder a unas excavaciones puntuales para confirmar datos.

Como novedad en esta fase del proyecto se han realizado pruebas paleobotánicas con el fin de conocer qué se cultivaba en Regina. Dos paloebotánicas de la Universidad de la Emilia Romana se han encargado de recoger muestras de polen de distintas épocas en distintas zonas del yacimiento. 

La cooperación entre universidades es otra de las bases de este proyecto. Según Víctor Martínez Hahnmüller, uno de los directores del proyecto, “se han cumplido todos los objetivos científicos en esta fase del proyecto. Ahora toca analizar y estudiar todos los datos recopilados”. Cabe destacar que el proyecto ha tenido también un carácter didáctico. En las excavaciones han participado estudiantes de las Universidades de Viena y Marburg que han tenido en Regina su primera experiencia en lo que a trabajos de campo se refiere. En total, 32 personas han participado en los trabajos que concluyeron el pasado sábado y que han contado con un importante apoyo logístico por parte del Ayuntamiento de Casas de Reina. En el proyecto colaboran además la Fundación de Estudios romanos y el Museo Nacional de Arte Romano. En la próxima primavera se pondrá en marcha una nueva fase de este proyecto que se alargará hasta 2024 y que busca desvelar como se articulaba la ciudad de Regina con el territorio que controlaba.

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